Ya a puertas del 2015, quise recordar todo lo vivido en el 2014 y los cambios que planeo hacer este 2015 que viene.
El 2014 inicio con yo aún teniendo bajo mi cargo a dos perritas que rescaté a fines del 2013, las cuales aún no conseguían hogar. Me pasé todo el verano yendo de temporal en temporal, campaña de adopción tras campaña de adopción, repartiendo volantes, difundiendo en facebook, para que ellas pudieran conseguir un hogar. Gasté todos mis ahorros en ellas (más de mil soles) en su cuidado. Me bronceé, engordé, me llené de acné por el estrés que pasé todo ese tiempo. Lloraba constantemente, ya que sentía mucha desesperación. El dinero ya no me alcanzaba, se me acababan las opciones de temporales, nadie las quería adoptar y en mi casa no las podía tener tampoco porque ya tengo otra perrita rescatada. Oraba con mi abuelita cada vez que iba a su casa, fui a misa para rezarle a Dios y pedirle una mano. La verdad, yo creo que Dios ajusta pero no ahorca. Porque luego de 6 meses de intensa búsqueda pude conseguirles hogar para ambas. La hija (Lia) pudo ser adoptada por una familia en Chaclacayo; y la mamá (Ciara) pudo ser adoptada por una familia en México. Hasta ahora recibo fotos de las 2 con sus familias. Soy muy feliz de poder haber cerrado ese ciclo y de que ellas finalmente tengan el hogar que todos merecen.
Y como caído del cielo, a las semanas de poder entregar en adopción a las perritas, conseguí un trabajo que deseaba: en el aeropuerto de mi ciudad. Siempre me sentí curiosa por trabajar ahí. Y de verdad me sentí muy feliz de conseguir un puesto ahí. Y lo mejor era que mi jefe era muy bueno conmigo. Asimismo, luego tuve que dejar ese puesto (al final de mi contrato) porque necesito 2 prácticas para graduarme de la universidad; pero nuevamente tuve la suerte de poder trasladarme a otra área de la misma empresa. Lo que gasté en las perritas lo pude recuperar en este año y más. Yo creo mucho en el karma, pero obviamente no hago cosas buenas porque quiero que me pasen cosas buenas, sino porque es lo correcto.
Asimismo, creo que las cosas pasan por algo. Todo el tiempo que pasé con Lia y Ciara, pude darme cuenta de algo: debo ser coherente con mis acciones. Y eso se vio reflejado en yo volviéndome vegetariana. Tuve muchas dudas como todos, pero al final, luego de buscar respuestas a mis preguntas, decidí que el veganismo era lo correcto en mi corazón. Sentir compasión por los animales, así como lo sentimos por otros humanos, es lo correcto para mí. Por ello el 16 de febrero del 2014 decidí dar el paso y volverme vegetariana. Pero no solo eso, yo quería volverme vegana, ya que era lo más coherente a mí parecer. Pero la adicción que tengo al dulce desde hace tres años hacía ese camino un poco más difícil.
Yo dejé las carnes rojas hace 3 años por dieta. Dejé el pollo a inicios del 2014. Y solo faltaba el pescado, lo cual lo dejé el 16 de febrero. Se me hizo muy fácil ser vegetariana, pues cada vez que se antojaba algún plato con carne recordaba al animal de donde provino y todo lo que tuvo que pasar... Poco a poco a lo largo del 2014 dejé también el huevo, la leche, el queso, mantequilla, yogurt. Pero finalmente, decidí alrededor de octubre que el 25 de diciembre sería vegana finalmente. Para ello, me planteé que para esa fecha ya debería de tener una dieta que seguir, una dieta que no solo me nutriese, sino que me satisfaciese. Cuando hice la típica dieta de la restricción de calorías, allá por el 2012, bajé mucho de peso, pero simplemente no la pude mantener porque no se puede vivir comiendo tan poco y de una manera tan restrictiva (1200 kcal al día). Además que generó en mí un adicción al dulce que no tenía antes.
Fui al nutricionista de mi universidad, y me recetó una dieta baja en calorías apta para vegetarianos. Pero no la pude mantener por lo mismo que no pude mantener la dieta baja en calorías que incluía carnes. Por ello, empecé a buscar dietas veganas que me funcionasen. Sabía que necesitaba una dieta que me ayudase a perder la grasa ganada con los 3 años de adicción al dulce. Así como una dieta que cumpliese todos mis requerimientos nutricionales como vegana. Probé la dieta crudivegana por unos días... no me funcionó. Me sentía con poca energía y con mucha hambre. Probé la dieta rawtill4 por una semana, y lo mismo. Solo me sentía llena con mis legumbres, mis papas y mi arroz. Yo seguía sin encontrar una dieta que me sirviese, pero en el camino seguía comiendo pésimo: muchos dulces (no veganos) y grasas vegetales (aceites, palta, nueces).
Casi a inicios de diciembre encontré el libro "The Starch Solution", de un médico que había curado a muchos pacientes de enfermedades como diabetes, artritis, cancer, entre otras a lo largo de sus 30 años como doctor. Me llamó mucho la atención, por lo que empecé a leerlo. El propone una dieta basada en starches (legumbres, tubérculos, maiz, arroz, etc.), justo lo que me satisfacía regularmente, con la adición de frutas y verduras. Asimismo, esta dieta es vegana, ya que rechaza los alimentos de origen animal, y es baja en grasa (sin aceites, con un consumo moderado de nueces y palta). Era perfecta para mí. Asimismo, no restringe del todo el azúcar y la sal (lo que sí hace el Rawtill4), y puedes comer hasta que estés lleno, las veces que quieras. Terminé de leer el libro luego de terminar mis finales. Y el 25 de diciembre, día que me volví finalmente vegana, decidí implementarla. Ya ha pasado casi una semana y me siento muy bien. Me doy uno que otro gustito con pan blanco o galleta soda Field (vegana), pero estoy segura es una dieta que debo mantener por el resto de mi vida para recuperar mi salud y sentirme feliz. Asimismo, me saqué exámenes de sangre para comparar resultados de acá a un año. Con suerte y tengo buenas noticias.
Esos son mis pensamientos el día de hoy. Deseo que este nuevo año traiga mucha felicidad para todos en sus hogares. ¡Feliz venturoso 2015!